Todos hemos accedido alguna vez a espacios que, por su tamaño o disposición, nos agobian y a otros que, por lo que sea, nos transmiten paz y bienestar.
Esto es algo de lo que es completamente consciente la arquitectura y que está llevando a cada vez más arquitectos a apoyarse en otras disciplinas como la neurología para crear espacios que, además de adaptarse a las necesidades de sus clientes, sean capaces de generar sensaciones.
Eso es precisamente lo que trata de conseguir la neuroarquitectura. Un concepto en que vamos a tratar de adentrarnos en las próximas líneas y que promete marcar el futuro de la arquitectura.
¿Qué es la neuroarquitectura?
La neuroarquitectura es una disciplina que, a través de la combinación de la neurociencia y arquitectura, estudia cómo el entorno construido —desde la disposición de los espacios hasta los materiales y la iluminación— influye en la actividad cerebral, afectando tanto a nuestros estados de ánimo y bienestar general.
Sus orígenes se remontan a mediados del siglo XX, cuando el virólogo estadounidense Jonas Salk, tras viajar a Italia y sentir cómo la arquitectura clásica era capaz de cambiar su espíritu emocional, decidió abrir el Instituto Salk, considerado como la meca de la neuroarquitectura.
Sus aportaciones fueron fundamentales para diferentes científicos de todo el mundo se lanzaran a observar cómo responden diferentes áreas del cerebro a estímulos ambientales específicos.
Gracias a los diferentes resultados de las muchas e interesantes investigaciones que se han realizado en todo el mundo, los arquitectos y diseñadores especializados en neuroarquitectura de hoy son capaces de crear espacios que producen mejoras tangibles en la salud mental y física de las personas.
Principios de la neuroarquitectura
Los siete principios sobre los que se edifica esta subrama de la arquitectura son:
Iluminación biodimámica
La luz es un elemento crítico para las personas, en tanto en cuanto influye en los ritmos biológicos de las personas y, por ende, en su estado de ánimo y rendimiento mental.
Pues bien, una de las aportaciones de la neuroaquitectura a la iluminación es la iluminación biodinámica, capaz de emular la luz solar y de cambiar los tonos e intensidad a lo largo del día para favorecer la concentración y el sueño y reducir el estrés.
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Diseño de espacios abiertos y flexibles
Son varios los trabajos de neuroaraquitectura que han puesto de manifiesto cómo la configuración de los espacios abiertos, fomenta la interacción social y facilita un entorno más colaborativo y creativo.
Lo que esta disciplina propone es la creación de espacios reconfigurables en el hogar que se puedan ir adaptando de forma rápida, cómoda y sencilla, en función de las necesidades de quienes las habitan a lo largo del día.
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Incorporación de elementos naturales
También está más que demostrado que integrar la naturaleza en los entornos urbanos, ya sea a través de plantas interiores, materiales naturales o vistas al exterior, puede disminuir significativamente los niveles de estrés.
De ahí que los neuroarquitectos apuesten por el diseño de espacios que estén conectados con el mundo natural de forma que puedan aumentar el bienestar general de quienes habitan la casa.
Ergonomía y confort
Asegurar que los muebles y la disposición del espacio sean ergonómicos es clave para prevenir la fatiga física y mental.
La altura adecuada de los techos, por ejemplo, puede alterar la percepción del espacio y facilitar ciertas actividades: techos altos para tareas creativas y techos más bajos para actividades concentradas y rutinarias.
Dadas las necesidades cambiantes de quienes habitan el hogar, la neurociencia apuesta por la inclusión de mobiliario adaptable como, por ejemplo, las sillas ergonómicas, las mesas de altura regulable o la instalación de apliques que permitan regular la altura y el ángulo del televisor.
Acústica adecuada
Controlar el sonido es vital para crear un ambiente relajado y favorecer un descanso efectivo.
Un entorno sonoro bien gestionado, a través de la colocación de espumas aislantes o ventanas de doble cristal que permiten diferentes ángulos de apertura, mejora la concentración y minimiza la fatiga auditiva, lo que contribuye a un espacio más productivo, tranquilo y agradable.
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Uso de colores y diseño estético
Otro de los principios de la neuroarquitectura es el que reza que paleta de colores influye directamente en la psicología de los espacios.
Los tonos suaves y naturales, como los verdes y azules, son calmantes y reducen la ansiedad, mientras que colores vibrantes como el amarillo o el rojo pueden estimular la energía y la atención.
Formas y elementos arquitectónicos
Las formas utilizadas en la arquitectura también juegan un papel crucial en cómo se perciben los espacios.
Los diseños con curvas y contornos suaves tienden a ser percibidos como más tranquilos y seguros, mientras que las líneas rectas y los ángulos agudos pueden crear una sensación de formalidad y alerta.
¿Cómo se aplica la Neuroarquitectura?
Como venimos comentando, esta disciplina recurre a una metodología específica que tiene en cuenta la función cerebral y el comportamiento humano para optimizar los espacios de vida y trabajo.
De ahí la necesidad de seguir varios pasos para poder aplicarla con éxito::
- Análisis de necesidades y preferencias de los usuarios: El primer paso, y más importante, es el que pasa por la realización de estudios detallados para entender cómo los usuarios interactuarán con el espacio y cómo este afecta su bienestar mental y emocional. Se investiga desde cómo las personas se mueven y utilizan un espacio hasta cómo ciertos diseños pueden afectar su orientación y experiencia.
- Evaluación y diseño basado en la función del espacio: Dependiendo del propósito del espacio (para distenderse, trabajar, dormir, etc.), el diseño variará para adaptarse a las necesidades específicas. Los diseñadores y arquitectos trabajan para identificar las características más importantes que deben ser destacadas para mejorar la funcionalidad y el bienestar.
- Selección cuidadosa de materiales y disposición espacial: Los materiales y la disposición de los espacios se eligen con el objetivo de facilitar la interacción con la estancia. Para ello es necesario seleccionar los colores y texturas adecuados y prestar atención a la forma en que los espacios están conectados.
- Recopilación y análisis de datos a posteriori: Una vez que los espacios están en uso, se recopila información sobre su impacto en el bienestar y la productividad de los usuarios. Estos datos son vitales para hacer ajustes y mejorar continuamente el diseño.
Cómo Kaleidoscope aplica la neuroarquitectura para diseñar tu hogar
En Kaleidoscope, la personalización de cada espacio según la metodología SARA se enriquece con los principios de la neuroarquitectura para crear ambientes que, además de satisfacer las necesidades físicas de los ocupantes, promueven su bienestar psicológico y emocional.
Para ello, antes de comenzar cualquier proyecto, llevamos a cabo un estudio exhaustivo para entender profundamente las preferencias, el estilo de vida y las necesidades emocionales de cada cliente. Esto nos permite identificar qué aspectos de la neuroarquitectura serán más beneficiosos para ellos.
A partir de ahí, utilizamos los datos recopilados para informar el diseño de cada espacio, asegurando que cada elemento, desde la distribución hasta la elección de materiales, contribuya a un ambiente saludable y estimulante. Por ejemplo, maximizamos la incorporación de luz natural para mejorar el estado de ánimo y seleccionamos paletas de colores que inducen calma y serenidad.
Aunque cada diseño es único, todos lo que proponen nuestros profesionales tienen algo en común: son flexibles y se adaptan a las necesidades cambiantes de los usuarios.
En Kaleidoscope, sabemos que cada persona es única y que su hogar debería ser un reflejo de su personalidad y un santuario para su bienestar. Por eso nos servimos de la metodología SARA para crear hogares que responden a todas y cada una de las necesidades de nuestros clientes.
¿Quieres saber cómo conseguir un hogar donde te sientas en paz y a gusto? Podemos ayudarte con nuestra planificadora de reformas. Te ayudará a hacerte una idea de lo que podemos hacer por tí, sin ningún compromiso.
